lunes, 25 de abril de 2011

Air

Simplemente es Air. Nada más, nada menos. A mi entender entraría en la categoría de Shojo y creo que puede ser disfrutada por un público bastante general siempre y cuando no sean demasiado demandantes. Como buen shojo la trama se centra en la relación en los personajes centrales: Yukito, un viajero medio mala onda con algunos poderes mágicos que se gana la vida de titiritero y Mizuzu, una chica de carácter aniñado y con reacciones extrañas que no llevan al fondo del arco argumentativo principal. También tenemos personajes que no se si llamarlos secundarios pero que definitivamente están un escalón debajo de los centrales: Kano, hermana de la médica del pueblo, es una chica caprichosa y energética que siempre anda con Patata, un simpático perrito callejero. Por otro lado esta Minagi, una chica que parece estar en trance, muy inteligente y con una voz tan calma y serena que puede llegar a irritar, tiene una presencia casi fantasmal, imponiendo distancia con el mundo real. Está normalmente acompañada por Michiru, amiga suya, menor que ella e incalculablemente hiperactiva mostrando un curioso contraste con su ser mas cercano, Minagi, con quien tiene una relación similar a la de dos hermanas.
La historia da comienzo con la llegada de Yukito a un pueblo costero, donde no conseguía entretener a nadie con su show. Una tarde se cruza con Mizuzu quien resulta ser una chica que vive volando en su sueño. Luego de una pequeña discusión logran permiso para que Yukito se quede en la casa de Mizuzu donde vive con su madre. Al día siguiente Mizuzu le cuenta que ella tiene la sensación de que su otro yo existe en el cielo pero que no sabe porque a lo que el viajero le cuenta que mas allá del cielo existe una chica con alas a la que él debe encontrar, según le indico su madre antes de morir. Esta charla le da inicio a la historia en si.
La historia en sus apenas 12 episodios cuenta con lo que se podría decir un arco principal y dos arcos secundarios pero que alimentan al principal. En como se maneja la coexistencia de estos arcos es en donde a mi gusto falla la historia, ya que se nota demasiado la centralización concreta en el nudo de turno dejando un tanto de lado el problema de fondo en vez de dosificarlos con lo cual podrían haber hecho madurar dos historias a la par. Sin embargo no digo que estén mal manejadas, sino que hubiera sido mas llevadero una convivencia mas pareja entre los conflictos.
El apartado visual es muy bueno y fluido, con colores vivos que se mantienen a mitad de camino entre chillones y oscuros, lo que no siempre pasa en los shojos que son más impactantes visualmente. Algo que merece un tratado aparte es el trabajo que se hizo en los ojos y cabello de los personajes femeninos (se ve que nadie le da bola a Yukito). Por un lado el pelo de Mizuzu juega un papel importantísimo a la hora de dar sentimiento y calidez a la escena. Las pupilas son geniales, hubiera sido imposible transmitir esa presencia de Minagi sin esos profundos ojos marrones que parecen decirte que no hay forma de alcanzar a esa chica. Aunque a veces le resta comicidad a algunos momentos nunca deja de dar ese toque de ternura.
A pesar de esta críticas creo que es una buena serie que por ser corta nos trae una buena premisa y la desarrolla dignamente, no de la forma que a mi me gustaría pero solo critico la forma. Corto, sentido, simple, no es una obra de obligatoria revisión pero no creo que merezca caer en el olvido. Pulgar arriba para Air.

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